miércoles, 16 de enero de 2008

Recuerdo




Siento bajo mi cuerpo el roce de las sabanas sobre mi piel desnuda. Un calor inunda lentamente mi ser, profundamente. Y me deshago entre esta solitaria cama. Añorando un cuerpo tan desnudo como el mío, y unas manos que lo acaricien lentamente. Mis piernas tiernas de deseo. Mis mulos ardientes al igual que mis caderas... que piden ser poseídas. Cierro los ojos mientras oigo entre susurros tus ruegos que para mí son como deseos. Las velas colman la habitación con una luz misteriosa, casi sobrenatural. Poco a poco al abrir mis ojos, te veo tan cerca y a la vez tan lejos. Y sigo imaginando todas y cada una de tus caricias, que han quedado selladas en mi cuerpo... Estás tan lejos pero yo te siento tan mío, tan dentro de mí. Viviendo en mi soledad cada minuto compartido, sintiendo cada sensación donada por tu ser. No sé porque pero arrancas de mi la llama que habita tan profundamente que parece no existir. Y como cada noche sigo esperando y deseando... Hasta tu vuelta.

No hay comentarios: