jueves, 14 de mayo de 2009

Dulcemente me amas


El leve roce de tus manos sobre mi piel... mientras me miras a los ojos con tu eterna sonrisa. Sin hablarme eres capaz de contarme tantas cosas que tanto tiempo he deseado escuchar y equivocadamente intente encontrar. Consigues convertir un día sin luz ni color... en un mundo mágico de risas e ilusión. Un abrazo tuyo me trasporta a un universo de emociones, que desembocan en esos besos que son palabras puras y sinceras de amor sin oír ni el más leve susurro. Y así de esa manera tan sencilla conseguiste enamorarme. Siendo simplemente tú. Llenando un espacio que se encontraba aislado, vacío y sin ganas de vivir. Supiste llegar sin dificultad a ese rinconcito para llenarlo de tu ser, de tu dicha y hacerme la mujer más feliz de este mundo. Cultivando cada día un amor que crece poco a poco. No tiene oídos más que para escucharnos, no tiene manos más que para acariciarnos, ni labios más que para hablarnos... Nada ni nadie, puede marchitarlo.
El brillo de mis ojos es un reflejo de tu alma. El color de mis labios el calor que caldea mi vida con tu amor. La alegría que desbordo es consecuencia de cada momento vivido junto a ti. Y sonrío cuando estoy a solas, y canto palabras suaves y dulces... por saberte tan mío.
Es el tenerte cerca de mí lo que me hace renacer, me devuelves toda la luz que un tiempo quisieron apagar... Irradiando desde lo más profundo de mi corazón, llenando tu mundo y mi mundo...