miércoles, 27 de mayo de 2009

Abuelo....



Fuerza, lucha, coraje… amor a la vida. Esas virtudes y muchas más aprendí de ti. Me llevaste de la mano por senderos que nunca había caminado. Me abriste los ojos al mundo para que pudiera caminar sola. En mi mente siempre tendré presente que eres mi luz. Eres quien me ayudó, quien me quiso y me cuido. Tan solo por amor. Justo, noble, sereno… Por y para ti es mi lucha en la vida por intentar acercarme a tu calidad como persona. Tu humanidad. Supiste guiar a los seres queridos que tanto te admiramos. Dotándolos de cualidades maravillosas en un ser humano. Seguir tu ejemplo me ayudará a tenerte siempre presente en mi paso por la vida. Pensar que fui parte de ti. Que provengo de ti y que muchos momentos inolvidables de tu vida fueron vividos por mí. Siempre estarás presente en nuestros corazones porque cuando el tuyo se rompa anidará cada pedazo en un rincón del nuestro, así nunca dejarás de cuidarnos como lo hiciste desde el primer día.
Respeto, valor, vida… así podría seguir enumerando una lista sin fin. Cualidades todas ellas que nos fuiste haciendo ver en cada momento importante que vivimos junto a ti. Gracias por permitirme ser parte de ti. Gracias por dejarme crecer a tu lado, con tus caricias y tus abrazos, con tus cuidados y consejos. Siempre te llevaré presente y velaré porque los que me acontezcan sean fieles merecedores de tus sabías palabras. Por mucho que la muerte quiera llevarte, tu guerreas fuertemente por seguir a nuestro lado. Y esa contienda nos une. Esa razón nos hace sentirnos orgullosos de pertenecer a ti, de provenir de ti. Cuando ya tu cuerpo sienta frío no luches solo dale la mano y déjate guiar. Aunque el tiempo pase habitará tu recuerdo en nuestros corazones hasta que nos reunamos junto a ti.

Soy lluvia...



Soy lluvia... lluvia que discurre con suavidad por tu piel. Lluvia que te moja, lluvia que te baña, lluvia que te ahoga. Cierras los ojos y te dejas llevar por caricias frías y húmedas. Caricias que solo yo soy capaz de engendrar. Y miras rogando al cielo que llegue a ti. Y pides un deseo, y piensas... ¿Está ella en mí?. Anhelas sentirte sumergido entre mis fauces. Te acercas al mar para sentir como te beso con mi brisa. Y sigues mirando al cielo...
¿Porque buscas en la nada, el todo que tanto necesitas? Cuando lo tienes tan cerca y lo dejas marchar...Buscas un imposible. Y quieres que mis ríos sean manos; mis océanos sean abrazos y mis besos cataratas de amor en tus labios... Solo soy lluvia, agua que cae llenando todo a su paso de vida.
Mira al cielo, bebe de mi elixir y te haré vivir. Pero no busques un imposible. En tu corazón ya se sembró la luz... déjame bañarte por mi ser, pero no me pidas amor... Solo déjame ser, déjame ser lluvia.