jueves, 30 de agosto de 2012

Alma de Angel




 Caía la tarde y las nubes ocultaban casi la luz… A escondidas en el jardín celestial junto al rumor del agua al caer, nos fundíamos en un abrazo eterno. Sin darnos cuenta nos sorprendió el ángel guardián y corrimos cogidos de la mano huyendo de su castigo. En nuestra huida llegamos hasta los límites del cielo...
Sin mediar palabra nos miramos y saltamos juntos, era preferible a permanecer una eternidad sin tenernos. En la caída al vacío nuestras ropas se rasgaron fundiéndonos en miles de abrazos infinitos haciendo el amor y fue entonces cuando al llegar al éxtasis de nuestros cuerpos… al explosionar nuestro amor, su intensidad nos hizo arrancarnos las alas mutuamente ante semejante placer. Mis manos devastando tus suaves plumas blancas, sin dejar de mirarte a los ojos. Tu a mi y yo a ti. 
Al golpearnos contra la tierra nuestros recuerdos se borraron y no revivíamos nada hasta este momento, que nuestras energías se han reencontrado de nuevo y día a día se van fusionando en un amor puro e inocente, como aquel que vivimos cuando jugábamos siendo ángeles en el jardín del amor verdadero. Y solo soy yo verdaderamente cuando entre nuestros cuerpos desnudos nos elevamos con ese amor que me hace sentir que vuelo aun sin mis alas...