sábado, 19 de noviembre de 2011

Regalame ternura...


Nuestras miradas al cruzarse, confesaron lo que ese tiempo no nos dijimos… y tus manos buscaron las mías para llenarlas de ternura… y tus besos quisieron hacerme olvidar toda la amargura… ¡Vive! me decía tu corazón junto al mío entre abrazos infinitos… Sintiendo mil emociones maravillosas que habían caído en el olvido…
Cerré mis ojos y mi alma voló, sintió y vivió… y volvió a mí, dichosa y cargada de tu energía. Cuando abrí mis ojos, la tormenta había cesado… Una calma infinita inundo mi ser… y supe de nuevo lo que era el placer.
Sentí tu cuerpo vibrando junto al mío, tus ojos buscando los míos. Tus manos aferradas a las mías… No te marches nunca me pedías… Tal deseo por ti realizaría… Por volver a sentir la dicha de tenerte muy dentro de mi cada día…