viernes, 15 de febrero de 2008

Sentí


Estremeciéndome... Recorre por mi ser tu calor, inundando cada rincón de un cuerpo que siente solo por hacerte mío... Tu lengua sigue cada surco de mi piel, mientras se eriza por su paso. Tus manos agarrándome con firmeza y miro tus ojos que me piden más. Deseándome mientras me posees. Cada instante entre tu cuerpo es una bendición, cada segundo que paso entre tus piernas me siento más mujer. Mi amante, mi amado. Hoy en mi soledad... Observo el lecho, siento entre mis dedos la suavidad de unas sábanas llenas de pasión. Ansío volver a rozar mi piel entre tu piel...Se hace tan lejos ese momento, el encontrarme de nuevo con tu mirada el sentir como va socavando mi fuego. Ansiedad por tenerte... Tus fuertes brazos aferrándome. Asiéndome hacia ti. Rozando nuestros cuerpos desnudos. Un lenguaje con el cual solo tú y yo sabemos dialogar. Delicada y sinuosamente continuas por mi piel... mis ojos se cierran y mi fuego se deja apagar por tus caricias. Avivando tu interior... cada vez más... Hasta que explotas dentro de mi inundando mis sentidos. Arqueo mi espalda mientras me acaricias... Tus ojos me miran lascivos... deseosos de sentir y sentir...

1 comentario:

BenitezDelgado dijo...

Como recuerdo de aquel encuentro guardo en mis ojos la prenda de tu piel, cuando se tornó agua para la sed de mis sentidos mundanos. Mis salientes más afilados, que buscaron tu tesoro interior con anhelo, siguen desbordados de calor y plenos de deseo... Pero el cielo, ese cielo que respiré del vaho de tus adentros, necesito volverlo a tocar, quiero volver a estar en tu jadeante cuerpo, para vivir en presente y no salir nunca más de ti.