Cuando mi alma pensaba que ya nada podría sorprenderme… llegaste tú.
Cuando pensaba que el amor me daba la espalda, tus manos recibieron a mi corazón.
Una ilusión nueva y maravillosa fue creciendo poco a poco en mí tras saber de ti…
Y anhelo ver de nuevo tus ojos, sentir el terciopelo de tus labios y sentirme mujer con el roce de tus caricias en mi piel…
Recibir tu calida y dulce voz entre susurros, con promesas de un sincero amor que a mis sentidos llega como una luz nueva que nace de mi e inunda todo mi ser para darme a ti.
Felicidad rebosante de dicha y alegría… ese es mi delirio cada día…
Embriagarme de la delicia de tus sentidos… Derramar sobre mi tanto cariño debería ser pecado… y yo pecadora de tu lujuria velo día y noche por poder tenerte de nuevo a mi lado.
Es tu apacible amor el que llena de calor cada rincón que el frio miedo a sufrir ocultó… y tú lo avivas con la esencia pura que llevas dentro de ti.
Sentirte en mí me hace vivir… y es la causa que me hace ser feliz desde que te descubrí a ti. Cierra tus ojos, dame tus manos déjame regalarte mi locura, déjame prestarte mis travesuras… Pero nunca dejes de vivir esta nuestra maravillosa aventura…
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