Suplicantes se antojan tus ojos suspirando por poder poseer lo mas preciado de mi ser... Ser merecedor de favores infinitos y sentir una y otra vez la agonia de la más poderosa lujuria... Soñabas con un angel que te diera ternura y una diosa se sintió atraida por tu dulzura... Cerró sus ojos y te llamó con las caricias del corazón. Te rozó con sus manos impregnadas de fuerza y pasión... No temas, no luches, dejate vencer y sabrás lo que son los delirios del máximo placer... Cual niño indefenso olvidate entre su regazo, olvida el tiempo, y el sabor de otros brazos... solo así poseerás la más pura exaltación de los sentidos. Caminarás entre senderos virgenes, entre sus mas escondidos tesoros... Cada rincón de su cuerpo, cada curva de su divina piel harás tuya una y otra vez... Elevara tu alma a mundos mas allá de lo humano, cotas inalcanzables para cualquier mortal... Y será entonces cuando supliques de ella mas poder... Será en ese instante cuando ya seas suyo al no poder vencer.
jueves, 15 de diciembre de 2011
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