Es tu cuerpo fusionado con el mío lo que mi mente recrea una y otra vez. Sin palabras me llamas a ti… Impaciente la espera de tu regreso… Sueño con ella día y noche. Mi cuerpo santuario de tu pasión, respira por sentir por primera vez tu ser en mí, quemarnos en un fuego mutuo para renacer de nuevo en la pasión. Sentirme poderosa, arropada por tu cuerpo, y darte más y más placer. Sé que tus manos sueñan recorrer los rincones de mi piel… más mi piel reclama su calor. Capturemos la luna para que no acabe esta noche, y será fiel espía de lo que por ti siento. Suave y cálido el sabor de tu amor a mis sentidos… deseosa de que llegue a mí. Y mientras continua la espera el fuego va creciendo por ti.
miércoles, 3 de agosto de 2011
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