Una
brisa marina te meció suavemente entre las olas de tu mar y te trajo a mí.
Igual que una estrella fugaz apareciste un día y esa dulce expresión vi pasar rebosante
de luz y alegría… y se escapó entre mis dedos. Y volviste de nuevo a mí alumbrando
muy poco a poco cada rinconcito de mi ser.
Las
horas pasan sin casi darnos cuenta, confundiendo los días y las noches haciendo
crecer unos corazones deseosos por dar y sentir. Ladrón de mis pensamientos…
todo el tiempo mí mente ocupas y mi vida llenas más y más de ti.
Sonrío
y entre sueños siento tus suaves manos sujetando con cariño las mías y
caminando juntos reflejándome en tu mirada mientras el mar moja nuestros pies a
su paso… Son tantos los mágicos momentos que mi mente me susurra al pensar en
tus ojos, al recordar tu dulce y melodiosa voz que acaricia mi alma con
ternura. Innumerables los sentimientos que se agitan dentro de mi, ese interior
que con las caricias de tu alma has sabido capturar y al que cuidas y proteges
cada día con más fuerza…
Ese torrente de emociones que haces brotar en mi cada vez que se de ti, despertando en mi sonrisas que no sabia ni que existían...sonrisas de amor verdadero. Y con la inocencia de una niña mis ojos resplandecen con tus palabras y sueño despierta y dormida con poder regalarte todo lo maravilloso que tenía guardado este tiempo en mi, en espera de esa tu linda sonrisa y tomar tu mano con la mía y caminar por un mar de ternura...
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